El 19 de julio de 1808, acontece un hecho importante que desencadena la huida de Jose I de la ciudad de Madrid, la batalla de Bailen, donde los franceses al mando del General Dupont, son derrotados por el ejercito español del General Castaños, eta derrota y el sitio que estaba teniendo en Zaragoza, dejan al Rey sin prácticamente efectivos en Madrid, por lo cual decide huir hacia su país. En su huida se aloja en Burgos y en Miranda de Ebro, lugar donde se establece el 14 de agosto y donde se queda unos meses.

Al quedarse en Miranda de Ebro, don de se vuelve a alojar en la casa de los Condes de Berberana, también establece su cuartel general, siendo Miranda durante esos meses, aunque parezca increíble, la capital de España, ya que así se puede considerar al ser el Rey Jose I.

 

Esta estancia no es ningún invento, si se quedo aquí seria por la importancia que le dio a la posición y desde aquí esperaba los refuerzos de su hermano, para reconquistar la península, en una carta de Jose I, dirige a su hermano, que fue interceptado por el ejercito inglés y que incluso Wellington, hace sus anotaciones en dicha carta y en ella, se revela que José I, el 16 de septiembre, aun estaba en Miranda de Ebro, y en esta carta se detallaba el plan de operaciones para dicha reconquista.

Estando aquí, el Rey y su corte, este tenia intención e hacer algunas reformas en su entorno, algunas las llevo a cabo por ejemplo mandó instalar en la Casa-Palacio , donde se alojaba, una chimenea, que se cree que es la que existe en la actualidad y así mismo tenia intención de ajardinar la casa y las orillas del Ebro.

Aunque indirectamente, Miranda, participó en el gran saqueo que las tropas francesas perpetraron en Bilbao. Según las fuentes francesas (Louis Stanislas de Girardin), el Rey Jose I, no estaba muy satisfecho de este saqueo y según fuentes inglesas, en este caso de un irlandés (Charles Doyle), el Rey salió a recibir los 142 carros que venia cargados con el botín. Lo que si que es cierto es que en Miranda se organizo un gran mercadillo, donde se vendió el botín de este saqueo.

Según Enrique F. Widmann, en su libro, nos relata que en Miranda e inmediaciones en esa época podría estar acuartelados unos 60.000 soldados del ejercito Francés al mando del Mariscal Bon Adrien Jeannott de Moncey, teniendo en cuenta que la población de Miranda en esa época seria inferior a 2000 habitantes (en el año 1787 era de 1625 habitantes y en el año 1827 de 2077 habitantes), lo que debió suponer para la ciudad, en todos los aspectos.